Friday, July 18, 2008

Al dios diosa – de adentro, de arriba, de acá-

Será OM. Que me viajes por todas las instancias del tiempo es un hecho irreversible e ilimitado. Te busqué durante mis dos últimos ciclos en cada pisada. La vista a la tierra duele a los ojos a veces. A mi me duele la columna y me dolerá un poco más. Pero aun no he sido del todo sincera. La sinceridad es que no hay palabras. Es que despierto y no quiero hacer otra cosa sino volver al sueño porque me parece que navego, porque me parece que es más fácil encontrarnos. Este barco es tuyo o no es nada. Es tuyo. Me pusiste la fertilidad, gracias. Tu amor es lo primero desde mis once años de este ciclo, gracias. Será OM.

Thursday, July 10, 2008

Disolución (entre A. y F.)


Bastante pecadora, bastante, en lo que a las letras respecta, como toda histérica.

-Este era mi paraíso, vos me amparabas, Luna. Era mi jardín y caí presa de mis propios ojos vigilantes. Sea tu voluntad. Sea.-. Flora hace un rodeo con la túnica, mira al suelo y se sienta con las piernas cruzadas.
Cuenta el mito que la vinieron a rescatar con la condición de que el sacrificio se hiciera durante una noche de luna llena en Cáncer.
La aceptación fue inmediata y el viaje, definitivo: entregarse al todo o morir en el intento.
A partir de ahí los sacrificios a la diosa, las vigilias, noches enteras buscando hierbas para hacer el cáliz, una mujer nueva estaba naciendo.

Pero Ángela, la mutación duró lo que tenía que durar, esto es: un cuarto de siglo y tres días y medio. A partir de ahí se abren las puertas, nada permanece estático, es la primera ley. (La bruja vieja se calla, porque ha entendido que ser ermitaña y estar enamorada de la diosa es una condición feliz.)

-¿Podré yo pelear contra la oscuridad y ganarle? –piensa en voz alta Flora.
-¿Podré yo pelear en la oscuridad y ser bruja? –piensa en voz alta Ángela.

Alzan la vista y ven el jardín todo iluminado. Otras mujeres bailan agarradas de las manos y haciendo círculos: han hallado un nuevo nombre para la diosa.

- ¡Hacia el monte, mi querida Venus!

Y se pierden en el resto.

Clarividencia


conjuro (entre F. y A.)

Flora: Yo pensaba que era la prosa. La de frases hechas, voz popular, narrativa contemporánea. Ahora me encuentro desempolvando a "la casada infiel" haciéndome de seis letras p o e s i a. Me dijisteis Flora A.¿Y qué si tenes la osuridad de la otra? (bruja de edad media, quemada, atravesada, conjurada).Esta cautiva inclina la cabeza y con sus dedos baja levemente la máscara hasta que le queda justo debajo de los ojos. Los tuyos tan obcenos me atraviesan de repente. Y no se quién sos ni quién soy. Como toda bruja soy medio amiga del fuego. Lucho con él con las gotas de mis manos. Y no te lo oculto porque también sos pagana y agorera. Ángela: No sé...es que yo veo en tus ojos la magia y el encierro.Anoche te miré y te dije: "estás cautiva de la máscara"...Vos sos la dueña del jardín que vigilás día y noche con esos, tus ojos de hambrienta.Llegaste por fin a mí como quien llega a su casa luego de un viaje largo y yo supe que mi cuerpo sería un cueva esa noche.O no.Las noches de Buenos Aires nos encuentran siempre como niñas de la calle mendigando amor, entre tanto mendigo dando vuelta, tan cerca del verdugo y del ángel.También soy media bruja, media prófuga del puntero inquisidor, media hereje, media ermitaña.Bastante pecadora en lo que a soledad respecta, como toda hechicera.

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-¿seré salva?
ángela abre sus alas y vuelve al monte.
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GRACIAS TAMBIÉN POR TUS P A L A B R A S.
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para Flora A.

Begonia Loverraine

Saturday, July 05, 2008

4 de julio, el día en que Buenos Aires se ahogaba

Niebla tus ojos. Buenos Aires húmeda hasta los lagrimales y nosotras acompañando este silencio al costado de la ventana que da a la calle Montevideo.
Volvimos aquella noche a escribirnos dibujando con los dedos círculos en los manteles blancos. Intentando navegar en tu pasado como debajo de una sábana, adivinado tus recuerdos, alzando la vista para encontrarte, para buscarte más. (Ojos de fuego.) Preguntarnos en qué clase de cumbre estamos y qué hay del otro lado, si un monstruo marino, si el dios Saturno, el padre de esta patria, o el patriarcado.
Ciudad flotante, barco a la deriva de predicciones Mayas. Mi miedo al fin, que no sé decir con palabras, me hace recorrer librerías como una sonámbula para encontrar azarosas páginas que llevan en el margen escrito: esto debe leerse, cerrarse con llave y enterrarse hasta que Plutón despierte.
¿Es la casa donde regresas por las noches el cuerpo de una mujer? ¿Es el mapa kármico y doloroso? ¿Dónde está la flor que crece en el medio de la habitación paterna y que no recibe ni la luz del sol ni el agua pero que es hermosa por donde se la mire? ¿A dónde iremos a parar con esta mochila antigua y pesada? El poder del fuego está al alcance de tu mano y sin embargo… bajas la vista hundida, aturdida, y pienso que ese solo gesto justifica nuestra noche.

Alguien me dijo que habría un rescate de la luna, finalmente. Como los mayas o los atlantes: se enterraron para poder vivir.

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