Tuesday, October 02, 2007

Carta Natal


Con una chifladura cada día más insumisa se inicia esta intro a las Cartas Natales. La bitácora será mapeada en la escritura: leer los signos del cielo en la configuracón psíquica; leer en la psi este cielo de revolución constante. Leer los polos, leer las líneas, los cruces, los puentes, leer.

Recuerdo que en el primer año de Carrera de Letras anoté en mi cuaderno la siguiente frase como una de las primeras verdades, justamente porque, claro, sí, verán, dice: los sistemas cerrados no dan cuenta de todas las relaciones que se establecen entre sus elementos.
Entonces. ¿Hacer estallar el Mandala con el riesgo de un nuevo Big Bang energético? ¿Asumir en esos puentes, en las identidades planetarias, en las energías que atraviesan las doce Casas, los sentidos encontrados? ¿Y si cada contradicción fuera una diseminación? Vemos los ciclos, vemos los polos, ¿vemos el choque? o mejor: ¿vemos el centro?
Del círculo me fue dada esta parte: comenzar en la senda de Acuario para incorporar algún día esa energía tan extraña de Cáncer. Estoy incómoda y alucinada. Estoy incómoda, indecisa, alucinada. Estoy incómoda, indecisa, alucinada y no veo bien el entorno. Pero a veces sueño con la Carta. Y esa intuición inconsciente. Es esa la mía.