Thursday, October 30, 2008

- Maaaaa ¿cómo deja de sangrar una herida?
- Apretatela fuerte hasta que pare.



La curita en el tobillo, la gasita en la ampolla del dedo chiquito, la toallita en la bombacha.
Los rituales de Laura, la energía de Fer, las asanas del yoga, mis sahumerios, la Carta Natal, escribir.

Escribir, no dudar, ni por un segundo, de quién soy.
Preguntarme otra vez quién soy y quién está debajo de esta piel que sangra mientras se escribe a sí misma.
No saber lo que hiere, no saber dónde está.
No saber dónde está y no buscarla.

(la herida es ese espacio entre ella y la otra)

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Llorar a lágrima viva


Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

2:55 PM  

Post a Comment

<< Home